Título: Translumínico. Un proceso artístico de re-significación histórica para La Angostura, 1847 al presente.
Coordinadores: Ana Isabel Pérez Gavilán Ávila, Oweena Fogarty O’Mahoney y Adolfo Guzmán Lechuga
ISBN UAdeC: 978-607-506-384-3
ISBN SC: 978-607-9376-66-6
Fecha de publicación: 6 de mayo de 2020
Editorial: Medio Pliego
Universidad Autónoma de Coahuila
Libro PDF: Transluminico.pdf
Introducción:En el siglo XIX, la historia de México tuvo momentos dramáticos que llegaron a configurar lo que ahora constituye el territorio nacional. A partir de su independencia en 1821, nuestro país vivió difíciles situaciones al ser objeto de continuos enfrentamientos bélicos internos, así como de intervenciones militares de otras potencias que pusieron a prueba la unidad de la nación.
La guerra que México libró con Estados Unidos entre 1846 y 1848 fue uno de los episodios de mayor impacto en ambos países, pues fue un marcador decisivo de la expansión de la Unión americana y significó un planteamiento del nacionalismo por parte de nuestros antepasados.
En las cercanías de Saltillo, el 22 y 23 de febrero de 1847 tuvo lugar la emblemática batalla de La Angostura, en la que se enfrentaron las fuerzas mexicanas y norteamericanas. Este acontecimiento representa un episodio en donde el valor y el sacrificio alcanzaron grados sublimes. Si bien el resultado de los combates se inclinó a favor de las tropas nacionales tuvo, finalmente, un desenlace incierto.
Meses más tarde, después de otros enfrentamientos en el centro del país, la guerra concluyó, provocando la pérdida de más de la mitad de la parte septentrional de México. Con ello se delineó una nueva frontera, la cual fue implicando, con el paso del tiempo, distintos esquemas de complejas relaciones políticas, económicas y sociales.
Hoy, en un contexto distinto al vivido en aquel periodo, México y Estados Unidos mantienen relaciones contrastantes con las cuales, al mismo tiempo que se destacan el intercambio de bienes y servicios, la movilidad y la mutua transferencia cultural, se enfrentan desigualdades y problemáticas compartidas.
En la actualidad, el campo de batalla en La Angostura, uno de los sitios de combate mejor conservado del periodo histórico, representa un espacio de conmemoración en que se refrendan las ideas de paz y armonía como elementos esenciales para la convivencia y el desarrollo de los pueblos. En esa dinámica y sentido profundo de reflexión, un grupo de artistas de origen local, nacional y del extranjero, expresan en esta obra, mediante la imagen, su propia interpretación del espacio y del momento histórico con su particular sensibilidad y estilo de expresión.
Si bien la guerra es un acontecimiento terrible, el arte eleva esa realidad a niveles de abstracción y toma de conciencia respecto al evento bélico. Así, el sitio de combate da un giro en su significado esencial para adquirir un valor simbólico en el que las diferencias pueden llegar a ser superadas, en donde la creación puede imponerse a la destrucción.
El mismo espacio en que hace más de un siglo y medio se escucharon los estruendos de las piezas de artillería, el galopar de los caballos de lanceros y dragones, la marcha firme y sostenida de la infantería, ahora se viste de movimientos y colores de paz, de equilibro, de armonía, convivencia y esperanza; aunque también se legitima como una expresión de protesta y crítica ante lo absurdo que resulta toda guerra.
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