M.C. JOSE FRANCISCO HERNANDEZ GAMEZ
Introducción general
A partir de la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad, los materiales poliméricos han reemplazado a materiales como el vidrio, metales, papel entre otros para una amplia variedad de aplicaciones ya que estos materiales presentan excelentes propiedades de tenacidad, flexibilidad, baja densidad, alta procesabilidad y bajo costo. Sin embargo, debido a que estos materiales no se descomponen con facilidad, su disposición final causa serios problemas ambientales.
El uso de materiales poliméricos para la industria automotriz se ha incrementado de manera sustancial en los últimos años y actualmente el 15 % del peso de un automóvil es proveniente de materiales plásticos. Las tendencias actuales sugieren que para disminuir el efecto negativo de la emisión de gases de efecto invernadero en la cantidad de desechos tóxicos generados por la industria automotriz, tanto USA como Japón se han propuesto que entre el 85 y 95 % de los automóviles en el 2015 deberán ser fabricados con materiales reciclables. Los neumáticos son uno de los componentes poliméricos imprescindibles para las automotores y su confinamiento y reutilización segura representan un gran reto ya que su estructura entrecruzada complica el proceso de reciclado. Se estima que para el 2050 el número de automóviles será entre 2-3.5 billones, por lo cual es de suma importancia desarrollar tecnologías limpias y económicamente viables para reciclar los neumáticos.
Existen diferentes alternativas para el reciclaje del polvo de llanta (GTR) entre las que destacan la devulcanización y la pirólisis, las cuales han tenido su principal limitación debido a razones económicas. Sin embargo, una de las tecnologías que tienen mayores posibilidades es la de mezclar el GTR con diversas matrices termoplásticas, resinas termoestables y compuestos de caucho, los cuales tienen la habilidad de fluir bajo ciertas condiciones de presión y calor, para producir piezas a un costo aceptable.
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